Tras esta confesión agrego que la Navidad es hermosa, pero puede ser agotadora. Especialmente si eres Santa Claus. El juego de ser Santa Claus, es mi fantasía favorita. De niña lo creí con tal fervor que recuerdo una Navidad en la que vi como Santa estaba dejando una gran caja de regalo en mi habitación. La emoción de esa mañana de Navidad es uno de los momentos que más atesoro de mi infancia a pesar de que la etiqueta del regalo en donde decía que era para mi, estaba escrito con la letra de mi madre. Ese detalle claramente fue irrelevante por varios años, especialmente cuando me di cuenta de que tenía permitida una cantidad de regalos de mis padres y otra cantidad APARTE de Santa Claus, quiere decir que podía pedirle a Santa Claus la Barbie Malibú y a mis padres sus accesorios. ¡El arreglo perfecto!
Este tipo de experiencias son las que tatuaron en mi la idea de que conversando se puede tener todo lo que deseamos, lo comento porque no estoy segura si la idea las dos listas de Navidad fue mía o de mis padres, pero tengo la fuerte sospecha de que fue mía.
En fin, los regalos le han quitado protagonismo a lo más valioso de la época navideña, que a pesar de tener origen histórico controvertido entre lo pagano y el cristianismo, tiene en común en tiempo en familia, con seres queridos, recordar valores como compartir, la compasión y el amor a toda la creación. Las grandes empresas han logrado mercadear la Navidad de manera que el consumismo se vuelve “normal” en esta época, un regalo para todos los miembros de la familia, un regalo para los “Secret Santa / Amigo Secreto”, un regalo para los compañeros del trabajo, un regalo para los mas necesitados, un regalo para el compadre, un regalo para tu pareja, comprarle dulce de Navidad a todas tus tías y ron ponche a todas las vecinas y cocinar el menú Navideño predeterminado según el país desde el que estás leyendo esto hoy.
Aprecio y disfruto mucho los regalos, pero me preocupa la desesperación a la que llegamos el 24 de diciembre cuando estamos buscando lo que nos hace falta porque 95% de las veces es lo primero que encuentres más que lo que piensas que puede disfrutar la persona a quien llevaras el regalo. Vi varias víctimas de esto en el centro comercial porque obviamente yo también estaba buscando regalos de ultimo minuto, pero en mi defensa, el regalo ya estaba pensando, ubicado y pre-seleccionado; estas personas escogiendo regalos de manera casi aleatoria mantenían una expresión que combinaba el terror con la risa y pienso que si pudiese leer sus mentes, entre sus pensamientos estaría algo como “¿qué escojo que no parezca random y le guste?”
Ser Santa Claus es tarea difícil. Me imagino que cuando leyeron el titulo supieron que me refería a Santa Claus y no a una persona santificada por la iglesia, ¿cierto?, sólo quería asegurarme, y continúo contándoles que no es tarea fácil saber qué es eso -material- que tu ser querido verdaderamente quisiera, pero no se atreve a comprar porque está fuera de su presupuesto ya que tiene que comprar regalos para sus demás seres queridos, además de tener los fondos económicos para lograrlo. Este regalo de Santa lo identificas porque más de una vez durante el año mencionaran que lo quieren comprar, y dicen que lo harán después o para Navidad, debes observar (se puede convertir en espiar) para saber si lo compran y además lo debes anotar, para luego comprar, esconder, envolver y quitarte el crédito porque es un regalo de Santa Claus, no de parte tuya.
Este resulta ser el regalo más especial de la Navidad, no por su costo, sino por todo el trabajo que tomó identificarlo y obtenerlo. Será el regalo que presumieron a todos y a pesar de que puede ser algo sencillo, es el más especial porque finalmente, estas regalando, además de algo material, la certeza de que escuchas y atiendes las preocupaciones y deseos de tu ser querido, así es como regalas con amor.
Yo fui entrenada como Santa por la mejor Santa de la historia de la humanidad. Era increíble ver como mi madre a pesar de que como adulta me limitaba a mencionar cosas que quisiera comprar o que necesitaba, ella atinaba perfectamente para mí, mi hermana, mi padre, mis primas y mis primitos. No había como no sentirse especial luego de recibirlo. Supe que quería permitirles a otros sentirse tan especial como lo hacia ella y empecé por emplear el método Santa con ella, hasta que completé mi entrenamiento y pude darle buenas sorpresas en Navidad y su cumpleaños.
Hay algo que no te enseñan en el entrenamiento de Santa. Es que, luego de que se te entrega el cargo, no hay un “Santa” para ti. Ya no tendrás la sorpresa del regalo especial, es el costo del cargo o el “peso de la corona”, utilícese la frase que le convenga para expresar que son gajes del oficio. Y para que no te destruya el cargo con una sensación de olvido, porque no hay un "Santa" para ti, debes forjar en ti la seguridad de que eres especial y mereces cosas lindas, y lo más difícil de todo es, debes conseguir tu mismo tu regalo especial “de Santa”, si, ese regalo -material- que deseaste durante todo el año o meses y no te permitiste tener por diversos compromisos que fueron emergiendo, pues no debes ser codo 1 contigo porque sino, no podrás seguir alimentando la magia de ser Santa para las demás personas.
Ser Santa es un trabajo apreciado en secreto porque renuncias a tu mérito al poner otro nombre en la etiqueta, a pesar de que todos reconocen como escribes, nadie actuará como si fuiste tú, porque el juego es así. Es el ejemplo perfecto de dar sin esperar a cambio. Se convierte en un modo de vida cuando las personas a tu alrededor disfrutan compartir contigo porque entiendes lo que necesitan, porque escuchas y atiendes sus preocupaciones. Y durante el año les das el regalo de ser escuchados, acompañados, apoyados teniendo alguien en quien contar, ahí está la magia, -el regalo inmaterial-. Ser Santa no es solo para Navidad.
¿Sabes quién es tu Santa o tu eres Santa también?
Glosario sarcástico de Jelani
1. ser codo. sus. ser tacaño; no querer usar recurso económico que posees para obtener algo que necesitas.